Una niña del colegio Vadorrey promueve una campaña de donación a El Refugio

Los niños junto a los juguetes donados, en El Refugio.

Los niños del colegio Vadorrey, junto a los juguetes donados, en El Refugio.

  • Niños y padres del colegio donan juguetes, ropa y hasta comida a la Hermandad de El Refugio.

  • La idea original surgió de una niña de 8 años que empezó a vender pulseras para recaudar dinero y ayudar a los más pobres.


Tiene solo 8 años y desde hace una semana se ha convertido en todo un ejemplo para sus compañeros. Se trata de una niña del colegio público Vadorrey que, junto a una amiga, tuvo una pequeña gran idea: vender algunas de las pulseras y collares que hacían en sus ratos libres para donar luego el dinero recaudado a la Hermandad de El Refugio.

Dicho y hecho. Juntas, empezaron a fabricar pulseras que luego fueron poco a poco vendiendo durante el recreo a otros niños y a los profesores. «La amiga de mi hija iba haciendo las ventas y ella recogía el dinero», explica, orgulloso, Óscar, el padre de la niña. A ella, lo de ser solidaria le viene de familia. «Solemos ir a El Refugio para Reyes y llevamos regalos; es algo que conoce bien», asegura.

El primer día lograron recaudar unos pocos euros. «Vendían las pulseras a unos pocos céntimos y, con eso, la cantidad que reunieron no es muy alta; pero lo importante es el gesto», destaca Óscar. Al terminar el segundo día se dieron cuenta de que la idea había calado en la comunidad escolar.

Los padres colaboran con ropa y juguetes

«Recurrimos al padrino de la niña, que es miembro de El Refugio; nos dio una hucha para hacer las cosas de una forma un poco más organizada», explica. Cuando llegó el viernes, ella y un grupo de amigas recogieron una caja, la forraron con corazones y dibujos y se apostaron a la salida de las clases para terminar de recoger cuanto pudieran.

Varios de los niños que acudieron a El Refugio con las donaciones.

De forma paralela, los padres decidieron no quedarse al margen y movieron también la iniciativa entre las familias. «Los padres se volcaron. Trajeron mucha ropa y juguetes e incluso comida. Hubo gente a la que la iniciativa pilló de improviso y trajeron legumbres o leche», recuerda Óscar.

Al final lograron reunir algo más de dos carritos de la compra llenos hasta arriba. El pasado lunes 15 de febrero cogieron todo y lo llevaron a la Hermandad de El Refugio. «La iniciativa que han tenido estos niños tan jóvenes es tremenda. Tiene un valor incalculable para nosotros.», explica emocionado Manuel Marqueta, Hermano Mayor de El Refugio.

El dinero donado, que no llega a los 100 euros, tiene sin embargo para la entidad un gran valor. «Estos niños tuvieron una iniciativa encomiable: dedicar un trabajo a hacer esas pulseras para luego venderlas y donar lo recaudado para los más necesitados. Les llena de orgullo a ellos y también a nosotros«, asegura.

Una educación en valores

En el colegio Vadorrey Les Allées destacan sobre todo el valor de la inciativa de los niños. «Lo ha hecho todo ella. Todo el mérito es suyo y del resto de niños«, asegura Ester Mayayo, la directora del centro.

«Es un encanto de niña, como el resto de niños que tenemos en el colegio. Son comprometidos y con valores. Nos preocupa mucho este aspecto de la educación y nos llena de felicidad ver lo que han hecho por iniciativa propia», constata Ester.

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