Plan para levantar casi 900 viviendas junto al Ebro.
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La junta de compensación de los propietarios del terreno asegura que quieren iniciar las primeras obras antes de verano.
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Los vecinos creen que los nuevos pisos atraerán a parejas jóvenes con hijos y alertan de la saturación de los centros educativos en la zona.
El plan urbanístico para levantar casi 900 pisos en la ribera del Ebro, entre Marqués de la Cadena y la calle Cosuenda, se desbloquea y parece cobrar fuerza después de llevar una década estancado. La junta de compensación que congrega a los propietarios de los suelos quiere empezar la urbanización de la primera fase antes del verano, según publica Heraldo de Aragón.
Por ahora está cerrada la construcción de 72 pisos que se levantarán en la zona más cercana al río. Los promotores confían en que el resto se agilice si la venta cobra buen ritmo. De momento se ha constituido una cooperativa para una promoción de 36 pisos. También se ha vendido la mitad de otro bloque de igual tamaño.
En total, el terreno tiene capacidad para 882 viviendas, de las cuales 160 serán pisos de protección oficial del Ayuntamiento de Zaragoza. Lo que no está por ahora claro es cómo se avanzará en las obras. La junta de compensación cree que hay suficiente interés para que se urbanice todo de golpe una vez superada la primera fase. Estas mismas fuentes confirman que la junta tiene financiación garantizada de Ibercaja para afrontar los 600.000 euros que costarían las calles y calzadas de la primera fase, según Heraldo.
Los bloques que se levanten en la parcela, que tiene una superficie total de 76.559,59 metros cuadrados, tendrán entre seis y nueve alturas. Hay proyectadas cinco torres de planta cuadrada en torno a la calle Cosuenda. El bloque más bajo se construirá junto al río. También se harán tres grandes zonas verdes que en total ocuparán 19.048 metros cuadrados. También se prevé construir parques infantiles, canchas deportivas y dos paseos arbolados.
Saturación en los centros escolares
La asociación de vecinos de La Jota teme que esta nueva construcción, y la atracción que suponga para nuevas familias jóvenes con hijos, agrave aún más la saturación de los centros escolares de la zona. La entidad ciudadana lanzó a mediados de febrero un comunicado alertando precisamente de este riesgo.
Este curso escolar arrancó con dos barracones de aulas prefabricadas en el instituto Pilar Lorengar, otro en el de La Azucarera y decenas de alumnos estudiando en clases provisionales.