Hospital Royo Villanova. FOTO: Europa Press
-
El miércoles seguía habiendo enfermos que llevaban tres días pendientes de subir a planta.
-
El personal del centro asegura que el hospital se queda pequeño.
Casi una veintena de pacientes pendientes de ingreso, la sala de observación llena, enfermos que llevan allí tres días sin posibilidad de subir a planta por falta de camas y otros once distribuidos en camillas (lo que el personal del centro denomina reboxes).
Es la imagen que presentaban las urgencias del hospital Royo Villanova el miércoles 13 de enero a las diez de la mañana, según explicaron fuentes del propio centro. La saturación regresa al servicio del principal hospital de la Margen Izquierda de Zaragoza después de que en la noche del domingo al lunes pasado llegara a haber hasta 30 pacientes pendientes de ingreso.
«Llevamos buena parte de la Navidad trabajando en estas condiciones, con unas urgencias que se saturan cada dos por tres», se queja el personal sanitario del centro. «Damos servicio a los barrios de la Margen Izquierda y a muchos pueblos de la zona; además de a muchas residencias de ancianos y el hospital se queda pequeño«, argumentan.
El departamento de Salud de la DGA confirma que el pasado fin de semana se atendieron solo del domingo al lunes a 271 pacientes. Esta cifra supuso 50 personas más que el pasado 4 de enero, cuando también se registró saturación en este centro zaragozano, según publica El Periódico de Aragón.
Quejas por la poca intimidad de los pacientes y la falta de previsión
Los trabajadores del hospital matizan que a pesar de que el Salud avisó públicamente de que se iba a poner en marcha un plan especial para evitar la saturación de urgencias, ellos «ni siquiera» lo han visto.
«No es ya solo el colapso; los pacientes pierden intimidad y para los sanitarios se hace cada vez más difícil atenderlos», aseguran médicos del hospital. «Hay además falta de previsión», explican. Se ha llegado a dar el caso de personal en bolsa de empleo al que han llamado para cubrir un hueco en el centro habiendo ya arrancado su jornada laboral.
«Me llamaron para un contrato temporal diciéndome que fuera ya para el hospital para cubrir una jornada que había empezado hacía media hora«, asegura un sanitario.